Jugó contra 12
	Fútbol | 24/08/14 - 23:06 La reserva no tuvo una tarde brillante, pero tampoco mereció perder. Atlético San Genaro se quedó con el partido tras un penal inexistente que cobró el árbitro. Más tarde, el pito no cobró una mano en el área rival. La crónica...

Se hace complicado mantenerse por el buen camino en la Liga Totorense con arbitrajes como el que la reserva tuvo que padecer hoy en su propia cancha. El Rojo perdió 1 a 0 después de sufrir dos fallos grotescos por parte del que debía impartir justicia.

Más allá de eso, el funcionamiento del Rojo no fue el óptimo. En una tarde muy ventosa, el conjunto de Iriel no encontró la forma de dañar a su rival y contó con pocas ocasiones para quebrar el marcador.

TITULARES:

Facundo Álvarez

Alberto Arguello                 Alan Muné

Mauro Vini                                                                  Horacio Zuccali

Juan Pablo Favre

Emanuel Strupeni                                                  Agustín Zapata

Rodrigo Bascetta

Nicolás Gorría                   Ivar Rodríguez

SUPLENTES: Juan Cruz Fita, Mauricio Pedante, Federico Uliassi, Mariano Zapata y Sergio Machado.

En el primer tiempo la visita se animó más y el Rojo abusó del pelotazo. El local se desestabilizaba rápido cuando Atlético metía el balón a espaldas de los laterales y Álvarez tuvo que intervenir varias veces, siempre de con suficiencia. La más clara antes del descanso la tuvo Gorría que remató de volea tras un cabezazo de Favre y la pelota fue a parar a las manos del arquero visitante.

En el comienzo del segundo tiempo Bascetta tuvo su chance, pero nuevamente el portero sangenarino tapó lo que era jugada de gol. Iriel comenzó a mover el banco y metió a Uliassi y a Zapata en cancha. A los 30' del complemento llegaría la primera jugada polémica. Un pelotazo lateral cruza el área y el delantero termina chocando con el arquero Álvarez que salía a cortar. La pelota siguió de largo y el juez sancionó penal. El guardametas fue amonestado y luego no pudo evitar la caída de su arco tras la ejecución.

Ante el reclamo insistente de los jugadores del Club Maciel, el árbitro argumentó que cobró la pena máxima "por sonido". Es decir, el juez no pudo visualizar bien la jugada rápida, pero sintió el "sonido" del choque y decidió cobrar el penal, aunque así de increíble suene.

Cinco minutos después, y con el Rojo jugado en ataque en busca del empate, un defensor paró la pelota con la mano, pero esta vez el árbitro no vió ni escuchó nada, por lo que el partido siguió su rumbo y Atlético se alzó con la victoria.