Unidos por el básquet |
 |
|
Los jóvenes chilenos ya se alojaron en la localidad y disfrutan junto a la naranja en el Club Maciel. María Soledad Arias, organizadora del básquet del Club O'Higgins, contó sobre la experiencia. |
|
Hace diez años atrás, el club chileno comenzó a desarrollar viajes a la Argentina luego de contactos con amigos de la región. En una de esas visitas, Maxi Aquino, el profe del Club Maciel, se cruzó en el camino de María Soledad y rápidamente decidieron visitar el pueblo, por primera vez, en 2013.
Hoy, y luego de su paso por 2015, regresaron con la ilusión del tercer encuentro en la localidad. "Realmente fue una de las mejores decisiones que hemos tomado porque el trato hacia nuestros niños, las mamás, es espectacular. El ambiente es muy bueno así que cada vez que salimos de gira tratamos de incluir a Maciel porque es enriquecedor tanto en lo deportivo como en lo personal", indicó María Soledad.
Los basquetbolistas chilenos llegaron a Rosario el día sábado y desde ayer miércoles se instalaron en la localidad, con sede en la institución empolvada, y partirán hacia su país mañana viernes. La delegación se aloja en casas de familias y está compuesta por 31 jóvenes de 12 a 18 años, el entrenador Cristian Figueroa, la organizadora, María Soledad Arias, la tesorera, siete apoderados y los dos choferes.
En cuanto a los contrates entre la ciudad y el pueblo, María se mostró a gusto en ambos lados y más allá de las diferencias aseguró: "Lo que más les gusta a los chicos es jugar básquet, aquí han encontrado muchas amistades, pueden andar solos… antes de venir se contactaron por Facebook con los papás o hermanos que tenían acá para que los vuelvan a pedir. Acá el cariño es el doble que el que reciben en su casa".
Por último, aclaró que si bien no es fácil reunir el dinero para solventar los gastos, trabajan desde el comienzo de cada año para intentar abaratarlo lo menos posible y así, poder lograr disfrutar de una experiencia internacional. "El básquet es lo que nos une y a los niños les apasiona, ellos se sienten felices jugando y cada día nosotros tenemos más generaciones. Ya se hizo costumbre venir a Santa Fe, concluyó.
|
