Garra, corazón y triunfo |
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El Rojo se quedó con la primera semifinal de ida, en su casa, ante Juniors de Totoras. El Rojo se aventajó en el marcador y luego, una vez más, los incidentes estuvieron a la orden del día. |
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El Club Maciel recibió y venció a Juniors de Totoras en el primero de los encuentros definitorios del año, en la Liga Totorense, etapa semifinalista. Martín Bazán estampó su remate para el 1 a 0 durante el primer tiempo que le dio la esperanza al Rojo. Sobre el cierre, la violencia volvió a decir presente del lado visitante.
El elenco del Chiqui García salió a escena con: Emanuel Erazu, Pablo Ríos, Jonatán Celis, Emanuel Strupeni, Martín Ferri, David Ferri, Martín Bazán, Nahuel Schiavo, Eduardo Caminos, Emanuel Pajón y Cristian Mazzini.
El empolvado jugó a puro corazón y logró sacar ventaja cuando se iba la primera etapa del juego. Sobre el sector izquierdo, Bazán acomodó la pelota para ejecutar el tiro libre y su disparo se incrustó en la red del arco defendido por Mauricio Cardoni. Allí se desató la locura de los locales que se fueron al descanso con el 1 a 0 a su favor.
En el complemento, Juniors intentó acortar distancias pero Erazu volvió a estar firme en los tres palos y Maciel no se retrasó en el campo. Por el contrario, García mandó a la cancha a Pedro Farias, delantero, por el defensor Emanuel Strupeni. En la visita, el rojinegro terminó con uno menos por la expulsión de Hernán Peñalva, por doble amarilla, a los doce minutos del segundo tiempo.
Minutos antes del cierre los ánimos comenzaban a cambiar cuando Eduardo Caminos cayó al borde de la línea de cal, cercana adonde estaban entrando en calor los suplentes de la visita y fue allí cuando, increíblemente, recibió una fuerte patada en la cabeza. Rodriguez, el árbitro del cotejo, no vio la acción, el línea no informó y todo siguió como si nada.
De vuelta al campo, sin demasiadas ocasiones claras para ambos, fue el Rojo el que supo manejar los tiempos con la pelota en sus pies y defender el triunfo parcial a pura garra para darle la victoria a su gente.
La violencia apagó al fútbol:
Por el lado de Maciel todo fue fiesta pero sabiendo que aún queda un partido y en cancha ajena. Por el lado contrario, los simpatizantes totorenses, que habían destruído tres paños de tejido olímpico durante el juego, incrementaron su violencia y la policía, con un operativo de 25 integrantes, comenzó a reprimir con balas de goma.
Un efectivo resultó herido por un ladrillazo, un hincha de Juniors por bala de goma y la cancha con un baño totalmente destruído y con el tejido nuevo por el piso, atrás del arco donde normalmente se ubica la parcialidad visitante.
Los hechos se registraron por varios minutos hasta que poco a poco los ánimos se calmaron y los violentos fueron desalojados. En el medio, aún resta un partido que promete pimienta el próximo domingo, en la ciudad de Totoras, para definir el pasaje a la final del año.
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